La humildad en el Kempis

El Kempis refiere también la humildad, oportuna para crecer en santidad:
i) la paciencia y la verdadera humildad es el mejor antídoto contra los enemigos; ii) la humildad da espíritu de contrición, a comer del pan de lágrimas, y a beber las lágrimas en medida; iii) la humildad y la paciencia ofrecen de Dios la mayor consolación; iv) la humildad aguza los sentidos y se recibe de Dios el más grande afecto; v) la perpetua humildad hace ver la caída de los soberbios que presumen de sí, y de los sabios que rara vez aceptan ser corregidos; vi) la humildad verdadera, llena de la caridad divina, busca siempre la honra de Dios; vii) el Señor observa la humildad y fragilidad que le es bien conocida; ix) la paciencia y la humildad es la mejor defensa contra las malas lenguas, y de los que piensan maldades y mentiras, y las dicen como se les antoja; x) de la verdadera contrición y humildad de corazón nace la esperanza del perdón y se reconcilia la conciencia turbada; xi) Dios está pronto a obedecer con toda humildad a cualquier criatura humana; xii) más agrada la paciencia y la humildad en lo adverso, que el mucho consuelo y devoción en lo próspero.