El adolescente dejó una carta explicando que se sentía avergonzado. «Su nota mostraba que estaba absolutamente aterrorizado», relató la madre
ESTADOS UNIDOS. – La Policía de EE.UU. investiga la muerte de un joven estudiante de secundaria en San José (California), quien presuntamente se quitó la vida, el pasado febrero, horas después de que un ciberdelincuente lo extorsionara con publicar una foto en la que aparecía desnudo a cambio de una alta suma de dinero, reportaron medios locales.
El hoy fenecido, Ryan Last, de 17 años de edad, sostuvo una conversación en línea con una presunta joven mujer que le envió una foto desnuda, sin imaginar que se trató de un extorsionador.
El individuo convenció a Last de que compartiera también una imagen similar, luego lo amenazó con mostrar la foto a su familia y amigos si no le pagaba 5.000 dólares.
De acuerdo con informaciones, el joven le indicó al ciberdelincuente que no podía pagar la cantidad que requería, y éste redujo el monto a US$ 150. Y le pagó con sus ahorros para la universidad a los estafadores. La madre del adolescente informó: «Seguían exigiendo más y más y lo presionaban mucho».
Para ese momento, Stuart desconocía la situación de su hijo. Fue informada cuando los investigadores reconstruyeron los eventos de su muerte.
Stuart contó que su hijo era feliz y que había dejado una nota de suicidio donde escribió lo avergonzado que se sentía por él y por su familia.
«Realmente pensó en ese momento que no había forma de salir adelante si esas fotos se publicaban en línea», expresó su madre. «Su nota mostraba que estaba absolutamente aterrorizado. Ningún chico debería estar tan asustado», añadió.
De su lado, Pauline y el FBI informaron a CNN que la investigación del caso está en proceso.
«Ser un delincuente que tiene como objetivo específico a los niños es una de las violaciones de confianza más profundas que creo que hay en la sociedad», manifestó el agente especial supervisor del FBI Dan Costin.
Asimismo, indicó que muchas estafas de «sextorsión» denunciadas ante el FBI provienen de delincuentes del continente africano y del sudeste asiático. Por lo que, trabajan para identificar y apresar a los responsables que se dirigen a los menores en línea.
